Conocíamos la semana pasada la triste noticia
de que Lorca se quedaba sin los festejos taurinos anunciados para el mes de
septiembre. Ni Gran Prix ni novilladas ni corrida. Nada de ello se celebró por
razones varias esgrimidas por la empresa promotora.
Esas razones y quienes las defienden motivan
este artículo que lleva por delante un clamoroso “Ya está bien”. El mundo del toro padece elementos que se acercan a
él con el único ánimo de hacer negocio. Sin un mínimo respeto por la Fiesta y
por lo que ésta representa, sólo se mueven por interés lucrativo.
Estas gentes promueven y contratan, pero cuando llega el paso final, el del pago, no lo hacen. Manejan unas claves que no tienen nada ver con la esencia de este arte, menos aún con sus formas, su liturgia y su cultura. Estos presuntos promotores pasan de bandas de música, ignoran el tiro de caballos para el arrastre de los astados y hacen del desollado del animal, en lugar de un acto respetuoso y medido, un espectáculo público carente de toda sensibilidad. Hablan del pago a los toreros y no de acuerdos bajo cuerda. Sólo por poner algunos ejemplos de su proceder.
Estas gentes van de puristas y la única
verdad que conocen es la de sus formas engañosas de proceder. ¿Y tienen la
desfachatez de autocalificarse de empresarios? No lo son. El empresario tiene
el derecho legítimo de rentabilizar sus inversiones, pero lo que está
sucediendo en muchas localidades de nuestra región no es serio. A eso se le
llama jugar a ser empresario y utilizar malas artes sin otro fin que el
particular.
Lo que sí sé y que últimamente, ha quedado
meridianamente claro, es que este tipo de acciones perjudican seriamente la
imagen de la Fiesta. No digo la de los promotores de los festejos porque
garbanzos negros hay en todas las familias, pero sí invito a quienes hacen las
cosas por derecho y por ley a que denuncien a oportunistas y arribistas.
El promotor fallido no sólo se está
perjudicando a sí mismo, sino que daña la imagen de todos. Por no citar que en
nuestra región la tauromaquia es Bien de Interés Cultural y Patrimonio Cultural
Inmaterial. ¿Qué significan estos conceptos para esos señores? ¿Qué clase de
festejo cultural ofrecen? Creo que los responsables de la concesión de permisos
para los espectáculos taurinos, que están en la Consejería de Presidencia,
deben ser más exigentes y escrupulosos para evitar el intrusismo.
No debemos permitir que los acontecimientos
de Lorca se repitan. Cuando en esta región se promueva un festejo taurino, que
sea con la garantía de que detrás del mismo hay profesionales.
Alfonso Avilés
Presidente del Club Taurino de Murcia
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