Ya puedes leer el artículo que, desde nuestra asociación, hemos publicado en el libro de las fiestas de Blanca 2014.
El municipio de Blanca ha estado
vinculado al mundo taurino durante siglos. Tanto en la plaza como en la calle,
el Toro ha sido desde tiempo inmemorial punto de encuentro para los blanqueños,
y no en vano, debemos de reconocer que esta apasionada y brava Cultura ha
copado año tras año un papel preponderante sobre nuestras tradiciones e
historia, forjando con el paso del tiempo la identidad de todo un pueblo.
Pero esto ya es pasado. Han
querido que lo olvidemos. Hace unos pocos años era prácticamente impensable que
tuviéramos que dedicar nuestro tiempo y esfuerzo a un menester que creíamos
amparado: salvaguardar la Fiesta de los Toros. La politización, la manipulación
partidista de la fiesta y ese arcaico pensamiento que imperaba primaveras atrás
y que rezaba aquello de: “la Tauromaquia
no necesita que la defiendan, se defiende por sí sola”, ha dado lugar a
otro ideal que debe de habituarse entre el propósito principal de los distintos
estamentos taurinos que dirigen el timón de un barco, en el que si pronto no
impera una unión, se dirigirá inevitablemente hacia la deriva.
Nuestro municipio aún puede ser
optimista. Debe de serlo. Tenemos que reencontrarnos "golpe a golpe, verso a verso". La afición a los toros,
aunque más en la calle que en la plaza, es una realidad palpable que se
demuestra en cada encierro o suelta de reses bravas. Para que esto siga siendo
posible solo cabe una condición: llenar cada tarde los tendidos de nuestra
coqueta Plaza de Toros portátil; inundar ese océano con textura y aroma de
albero donde muchos han naufragado pero donde también flotan muletas solitarias
que una vez obtuvieron la gloria del triunfo taurino. Los proyectos que emergen
cada temporada en Blanca invitan a ello. No cabe la menor duda.
Para esto, la Asociación Cultural Taurina “A Porta Gayola
de Blanca”— comprometida con la calidad de un espectáculo que responda a la
integridad y a la exigencia que siempre ha caracterizado a las corridas de
Toros— no cesa en su ininterrumpida labor por acercar de una manera jovial y
amena a aquellos viejos aficionados que huyeron fruto del desconcierto y el
aburrimiento y que, al mismo tiempo, ha impedido que los jóvenes se acerquen a
ella.
Proyectos como ese “Tendido
Joven”, que orgullosos debemos de estar que -en nuestra región- naciera en Blanca y que poco a poco
haya ido extendiéndose a distintas plazas de nuestra comunidad autónoma; concursos de Toreo
de Salón; concursos a través de redes sociales; acercar a los jóvenes a los
románticos entresijos del sorteo y los momentos previos a la celebración de los
festejos; seguir llevando el Toreo de Salón a colegios; tertulias y otras
actividades que demuestran la implicación de este pequeño grupo con la difusión
y mantenimiento de la Cultura Taurina en Blanca y en Murcia.
La oferta de estas actividades
taurinas, distintas e inexistentes para las nuevas generaciones de aficionados,
pueden tener gran atractivo para un público joven que necesita encontrar
urgentemente un espectáculo nuevo, asequible y sabiendo valorar la Corrida de
Toros desde la Tradición y la Cultura Taurina, como algo místico y que no
podemos reinventar, aunque si adaptar, en el siglo XXI, llegando a interpretar
ese instante mágico de pasión que nos sacude a todos los que amamos el mundo
del Toro.
Y es aquí cuando surge aquello de
la tolerancia. El debate es bueno y no dejamos de estar sujetos a una crítica,
que por qué no, también es constructiva. Cada cual puede opinar y debe de
hacerlo —que para eso nacimos libres— ya que si esta Cultura milenaria se ha
convertido en arte intangible y eterno es precisamente porque cada uno la ha
entendido según sus sensibilidades.
Siguiendo un hermanamiento
sincero con todos aquellos aficionados y entidades taurinas que, como nosotros,
aspiren a seguir disfrutando y saboreando el dulce sabor de la Tauromaquia en
“Blanca, Villa del Toro” les acercamos a todos nuestra colaboración, deseándoles
a del mismo modo unas Felices Fiestas.
¡Viva San Roque!
¡Si al Arte de la Tauromaquia!
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